¿Cuándo debes consultar al abogado en un caso de familia?
¿Cuáles son las preocupaciones más frecuentes de las personas a punto de separarse?
Con frecuencia, los abogados recibimos consultas de mujeres con hijos a su cargo que necesitan separarse de sus maridos, o que ya estando separadas aún no han acordado temas relevantes. Estos temas pueden ser quién tiene derecho a usar los bienes comunes, cuáles serán los días de visitas a los hijos o cuánto debe aportar el padre para su manutención.
Es muy común que nos comenten que han dudado mucho acerca de la conveniencia de acudir al abogado, retenidas por el temor a la pérdida de la contribución que si bien no es la ideal creen que podría ponerse en riesgo con la intervención de un profesional.
Piensan que el marido se puede molestar y que cualquier pedido formal de alimentos o división de bienes conllevaría la interrupción de la colaboración económica que hasta el momento venía prestando. Esta ayuda por lo general no es justa ni suficiente, pero es imprescindible en el presupuesto familiar.
Sin embargo, esta situación de desventaja de quien necesita recibir ayuda económica está amparada en nuestro derecho.
La mujer que queda a cargo de los niños está en una situación de vulnerabilidad y nuestro sistema la protege.
Nuestro sistema jurídico prevé la fijación inmediata de una cuota de alimentos provisoria a cargo del progenitor no conviviente, que será establecida por el juez desde el inicio del juicio, para proveer a las necesidades de los niños en el tiempo que demore el proceso decidir el monto de la cuota mensual definitiva.
Por ello, cuando las partes no pueden llegar entre sí a un acuerdo que conforme a ambas, es importante dejar de lado ese tipo de temores y acudir a un abogado lo antes posible.
La rápida intervención de un abogado permitirá la obtención de una mejor cuota de alimentos, un régimen de comunicación equitativo con los hijos y la preservación de los bienes de la sociedad conyugal de manera que beneficien a ambos.